CAÑITAS NUNCA MÁS

Escrito por: Daniella Adriazola Oquendo

Cada vez más personas son conscientes sobre el uso de plástico y cómo este puede ser pésimo para el planeta. Las bolas, botellas y vasos son de lo que más se habla, pero hay otros productos que pasan totalmente desapercibidos. Las cañitas es uno de esos. Son tan pequeñas que nadie no les prestan atención, pero ¿en qué momento se volvió tan masivo su uso?

No hay cifras exactas sobre su consumo en el Perú, pero solo hay que recordar lugares a los que solemos ir. Las ves en un restaurant, en un food court, en un bar, en un cine. Siempre están presentes aunque encabece la lista de la basura más común que está en el mar, junto con las colillas de cigarro, los envoltorios de comida y los tapones de botellas.

¿Por qué hay que preocuparnos de las cañitas si hay otros productos más grandes y peores para el medio ambiente? Porque estas son muy fáciles de evitar, solo dices que no y ¡listo! La verdadera pregunta es por qué se consumen tantas si no son necesarias.

En Gaia te daremos dos razones de por qué deberías evitarlas para así ayudar al medio ambiente.

1. No son biodegradables

Las cañitas aunque parezcan inofensivas, estás hechas de polopropileno, un derivado del petróleo, y como todo plástico, no llega a desaparecer aunque pasen cientos de años. Lo que para nosotros tiene un uso de 30 minutos, supone años de descomposición y daños para el medio ambiente.

2. Hieren a los animales marinos

Los animales marinos ponen sus vidas en peligro al consumirlas accidentalmente llenando así sus estómagos de plástico. Eso aparte de herir a estos animales, puede dañar al ser humanos, pues nosotros consumimos algunas especies que se ven afectadas por todos el plástico que yace en el mar.