BOLSAS COMESTIBLES, ¿ES POSIBLE?

La bolsas sirven para todo en nuestra vida: cargar las compras, envolver basura, recoger  heces de alguna mascota, son útiles para casi todo, pero jamás cruzaría por nuestra mente una de estas comestible. Pero desde Indonesia llegan buenas noticias.

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El plástico, como lo hemos dicho antes, es uno de los componentes más nocivos para el planeta por su larga descomposición, sumado a esto, las cantidades desechadas por nosotros y las políticas nulas de prevención, hacen toda la situación mucho más alarmante. 

Pero calma gaiers, que desde Indonesia, el biólogo Kevin Kumala llega con su mejor arma para combatir la contaminación: bolsas producidas con fibras vegetales de mandioca y resina natural, en buen francés: bolsas de yuca. ¿Y qué tiene de especial esto? Pues que sirven como abono, son biodegradables y, si llegan a parar en el océano, se transforman en agua o comida para los peces. Un nuevo material no tóxico que puede salvar el mundo.

Además de no producir residuos tóxicos, estas bolsas pueden servir de alimento a insectos y otros animales terrestres y acuáticos, sin  que corran ningún riesgo

IDEAS DEL DÍA A DÍA

A Kevin la idea le surge en 2009, tras regresar a su natal Bali. Luego de que durante los 10 años que pasó estudiando en Estados Unidos, encontrara en más de una ocasión las playas llenas de montañas de plástico, principalmente en la costa oeste y en cada visita a su patria. (Aproximadamente 8 millones de toneladas de plástico tira el mundo al océano cada año,  según El País).

En 2025, la cantidad acumulada puede alcanzar los 155 millones de toneladas.  

Tras algo más de un año de investigación, Kevin encontró el material que tanto había necesitado: la yuca, fruto muy famoso en el Perú pero también en Indonesia. Entonces, aplicó el almidón de este fruto y ¡ya! El resto, fue el mismo método convencional con el que se fabrican las bolsas de petróleo, incluso replicó las máquinas. Al final, resultó que el coste por unidad fue de cinco céntimos de dólar.

Se siente como una bolsa, soporta lo mismo que una de plástico, puedes darle los mismos usos, con las diferencias que las bolsas de yuca en menos de 100 días ya se convirtieron en compost y pueden servir de alimento para peces; mientras que las de plástico, en cambio, tardan aproximadamente 300 años en disolverse y matan a las especies marinas. 

AVANI ECO

Es la empresa creada por Kumala y su socio Daniel Rosenqvist para comercializar y distribuir todo tipo de envases. Desde cañas de azúcar o cañitas para beber a base de maíz. Todos biodegradables y sin dejar residuo tóxico.

Entonces  sí es posible tener bolsas comestibles, aunque no para nosotros (por ahora), pero sí para otras especies. Y tú, ecogaier ¿qué esperas para continuar con la Revolución Ecovida?